Construida en mampostería de ladrillo bajo las órdenes del Obispo Cristóbal Bernaldo de Quiroz entre los años 1673 y 1682, quien además ordeno que en una de las piedras de la muralla se grabara la inscripción que conmemoraría el año en el que se terminaron los trabajos: ”El indigno Obispo Cristóbal de Quiróz gobernaba a su amada Popayán. Ruega le encomienden a Dios: año de 1679”.
El terremoto de 1736 no la afectó y en el año siguiente se colocó en ella el reloj, que lleva en la muestra la fecha de 1737, traído desde Londres. Como característica especial, tiene un solo puntero, con el cual, conforme a su ubicación, se calculan los minutos.
El mecanismo de este reloj funcionaba, originalmente, mediante unas pesas de plomo que fueron mandadas a sustraer por don Antonio Nariño para convertirlas en balas, en el año de 1814, reemplazándolas por las pesas de piedra de cantera que tiene actualmente.
El terremoto de 1983 la afecto seriamente, pero gracias a la ayuda de la empresa privada fue restaurada completamente. El reloj dejó de funcionar y fue enviado a reparar a Londres, en La casa Gillet Jhonston de Londres que lo fabricó a finales de 1600, le colocó el piñón horario, pieza fundamental que lo mantendrá activo por 50 años más. Finalmente fue colocado en su sitio de honor, en la “Nariz de Popayán” como el poeta Guillermo Valencia la llamara.
El terremoto de 1736 no la afectó y en el año siguiente se colocó en ella el reloj, que lleva en la muestra la fecha de 1737, traído desde Londres. Como característica especial, tiene un solo puntero, con el cual, conforme a su ubicación, se calculan los minutos.
El mecanismo de este reloj funcionaba, originalmente, mediante unas pesas de plomo que fueron mandadas a sustraer por don Antonio Nariño para convertirlas en balas, en el año de 1814, reemplazándolas por las pesas de piedra de cantera que tiene actualmente.
El terremoto de 1983 la afecto seriamente, pero gracias a la ayuda de la empresa privada fue restaurada completamente. El reloj dejó de funcionar y fue enviado a reparar a Londres, en La casa Gillet Jhonston de Londres que lo fabricó a finales de 1600, le colocó el piñón horario, pieza fundamental que lo mantendrá activo por 50 años más. Finalmente fue colocado en su sitio de honor, en la “Nariz de Popayán” como el poeta Guillermo Valencia la llamara.
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